Años cincuenta. Siglo XX. Dublín. Lluvia todos o casi
todos los días del año. Lluvia a lo largo de todo o casi todo el día. El río
Liffey y el río Dodder, y el Grand Canal. Y la lluvia. Y un cadáver en el
canal. Un cadáver directo para la autopsia. Y esperando otra autopsia, otro
cadáver, el de un pequeño hombre. Pelirrojo.
Holy Orders, que traducida sería algo así como “Órdenes
Sagradas”, es la sexta y última, hasta el momento, novela de la serie del
patólogo Quirke –todavía sin traducción al español, a
pesar de que se publicó en el 2013 (rectificamos, ya hay edición en español, enero de 2015)–, del escritor irlandés John Banville, bajo el pseudónimo de Benjamin Black. Pero mientras Vengeance (Venganza) se
salía en cierto modo del guión habitual de esta serie, es decir, la trama se
alejaba de los personajes habituales, aunque luego se inmiscuyesen en la misma,
ya que iba de la relación de dos familias, los Delahaye y los Clancy, unidas
por los negocios y también por sus, un tanto conflictivas, relaciones
personales, donde se mezclaban los celos y ciertos desequilibrios; aquí vuelven
a ocupar un lugar destacado –ver lectura y recorrido de la serie–.
El muerto, Jimmy Minor, es un amigo de Phoebe. Minor es
pequeño, como su apellido indica, y es pelirrojo, y es periodista en el
Clarion. Jimmy Minor ya había aparecido en alguna novela precedente, sobre todo
en la tercera, Elegy for April (En busca de April), donde era uno de los
miembros del llamado cogollito, o grupo de amigos, que en cierto modo se
desintegró a raíz de la desaparición de la misma April, cuyo motivo es la trama
de esa novela. Y volvió a aparecer, de una forma menor, también en la cuarta, A
Death in Summer (Muerte en verano). Y como en aquellas, en esta, su papel no
deja de ser minúsculo, pero esta vez sin él no habría trama. Ahora es el
muerto. Y es un muerto que, cómo no, vuelve a involucrar en las pesquisas tanto
a Quirke como a su hija Phoebe, aunque ella de una forma diferente, como
veremos.
Pues Quirke identifica el cadáver cuando va a practicarle la autopsia y es el encargado de ponerlo en conocimiento tanto del Detective inspector Hackett, como de su hija Phoebe. Pero mientras el padre toma parte activa en las investigaciones, a la hija, Phoebe, le pasan cosas. Phoebe, como ya describimos en su día en la anterior lectura es un ser apocado, a la que el descubrimiento de su verdadero padre ha afectado hasta el extremo de cambiar su carácter y se ha convertido en una mujer pasiva, sin aspiraciones, e incluso tendente a abalanzarse hacia los problemas, como ya ocurrió en The Silver Swan (El otro nombre de Laura), y como también ocurre en esta novela cuando aparece en escena, Sally Minor, la hermana gemela de Jimmy. Phoebe se podría definir como una mujer sin identidad.
Phoebe, hija de Quirke, ahora vive en Herbert Place, Dublin |
Holy Orders está dividida en dos partes. En la primera
parte, como más o menos ya hemos comentado, se producen el descubrimiento de la
muerte de Jimmy Minor y las primeras averiguaciones sobre lo que estaba
haciendo a la hora de morir: estaba investigando algo en relación con los
tinkers. (Aclaremos esto un poco: los tinkers eran una especie de vendedores
ambulantes irlandeses, de vida itinerante, como los gitanos, que se desplazaban
en carromatos y que incluso tenían su propia jerga, como la novela muestra
perfectamente y aclara el autor en una nota al final del texto.)
Y una segunda parte donde las pesquisas se dirigen, una
vez más, hacia la asfixiante vida religiosa dublinesa, a ciertos miembros de
esa cohorte, y su omnipotente y oscuro poder, valga la redundancia. Porque,
como decimos, no es la primera vez que aparecen en escena dominando los flujos
de poder que mueven o movían a la sociedad irlandesa de ese periodo, como ya se
vio en la primera novela de la serie, Christine Falls (El secreto de Christine), y volvió a aparecer en la cuarta, A Death in Summer (Muerte en verano), con
aquellos Caballeros de Sant Patrick.
Porque hay dos elementos indisolubles de la serie y que
en esta novela aparecen en primer plano tanto o más que en las previas. Uno
tiene que ver con esa sociedad dominada por el clero, por el catolicismo
irlandés, ese reducto británico, inoculado como un cáncer dentro de su
anglicismo, tan dominante, que se ve capaz de saltarse cualquier norma, tanto legal como moral, solo porque se siente totalmente invulnerable dentro de su territorio.
Gabriel Byrne como Quirke en la serie de la BBC |
Y el otro factor es Quirke. Quirke copa la pantalla
–valga el símil porque acaban de estrenar la serie basada en estas novelas
policiacas de Benjamin Black–, porque se muestra como lo que es, como un gran
antiheroe, y decimos antihéroe porque está sustentado en fallas más que en
cualidades, como todos nosotros, o por mejor decir, sus cualidades en realidad son fallas. Es un
alcohólico sin solución, a pesar de algún intento perdido por redimirse. Es un
padre que, durante los primeros veinte años de la vida de su hija, no permitió
que ésta supiera que lo era, y ahora es incapaz de dar un paso de acercamiento.
Y es incapaz porque es un ser dominado por su propia miseria. La miseria de ser
un niño de orfanato, precisamente en un hospicio religioso, Carricklea, como no
podía ser menos, y luego un niño adoptado, aunque su nueva familia no
fuese en realidad lo que debería haber sido, como se muestra en El secreto de
Christine. Y es un amante incapaz de amar, a pesar de su atractivo –como aquí
se muestra con la mujer del tinker Packie the Pike, Molly– y por más que Isabel
Galloway siga con él.
Porque Quirke, como la sociedad en la que se mueve y
vive, tiene algo dentro que no es bueno, que lo corroe, que lo está destruyendo
y no le permite atisbar la luz entre esa cortina de lluvia constante que es
Dublín, o entre las volutas de humo que forman su aura o entre los hedores y
los vapores destilados del whiskey o de cualquier otro tipo de alcohol que
constantemente bebe. Y no estamos hablando de las alucinaciones que de vez en
cuando tiene y que por primera vez aparecen en esta novela. Porque, aunque el
misterio de la muerte de Jimmy Minor queda resuelto aquí, el misterio
de estas alucinaciones o el misterio del horror dentro de Quirke es algo que
nos queda por descubrir en la siguiente o siguientes.
2006. Christine Falls (El secreto de Christine).
2007. The Silver Swan (El otro nombre de Laura).
2010. Elegy for April (En busca de April).
2011. A Death in Summer (Muerte en verano).
2013. Holy Orders. (Órdenes sagradas). Lectura