En la primavera y el verano Gerlof Davidsson se traslada
de su residencia de Marnäs a Stenvik donde tiene su casa cerca de la costa.
Gerlof tiene cerca de ochenta y cinco años y éste posiblemente sea su último
verano en la isla de Öland. Así se ha titulado la novela en español, El último
verano en la isla, obviando su título original Rörgast en sueco que hace referencia a
los túmulos de la Edad de Bronce que tienen cierto protagonismo en la novela.
Porque todo empieza con el extraño enterramiento de uno de los Kloss allá por
1930 en el que estuvo presente siendo apenas un adolescente de quince años el
mismo Gerlof, pero también alguien más que al poco emigró y ahora ha retornado,
setenta años después, a la isla donde nació.
Antes de Rörgast Johan Theorin ha publicado tres novelas
más del llamado cuarteto de Öland y cada una corresponde a una estación del año
–ver bibliografía abajo–. Skumtimmen (La hora de las sombras), la primera de
todas, se publicó en el 2007 y allí se nos presentó una trama que envolvía
aspectos misteriosos que tenían que ver más con supersticiones o incluso
leyendas de pueblo, y que el propio título ejemplifica, la hora de las sombras,
se dice en la novela, es el momento de contar historias espantosas o historias
de fantasmas. Pero esa historia es una historia real, la desaparición en 1972 del
nieto de Gerlof, Jens, en un día de niebla extrema. Quizá de las cuatro sea la
más conseguida y ya en ella se nos muestran las características que van a tener
todas ellas. Un elemento de misterio que tiene que ver con la isla de Öland,
con algún lugar o localización concreta, las más de las veces, y un desarrollo
que nos traslada al pasado, al germen del misterio, y a distintos puntos de vista,
a perspectivas distintas desde donde se ve el misterio, confluyendo en el
anciano marinero Gerlof, que de alguna forma siempre está metido en cada uno de
ellos, bien siendo protagonista, como en la primera, debido a la desaparición
de su nieto veinte años antes, bien de una forma más adyacente, como en las
tres siguientes, pero siempre mostrando su capacidad reflexiva que le lleva a
ver lo que para otros es algo neblinoso con total claridad.
Así en La hora de las sombras el germen tiene que ver con
un personaje Nils Kant que se nos muestra como la maldad en persona –la escena
del ahogamiento de su hermano Axel, ocurrida allá por julio de 1936, es
escalofriante y turbadora–, los puntos de vista van desde el recorrido vital de
Kant a la desesperación de Julia, la hija de Gerlof y la madre de Jens, que se
traslada a Öland intrigada por su padre, Gerlof, que lleva a cabo ciertas poco
profesionales investigaciones con respecto a la desaparición de su nieto,
ayudado por sus amigos John y Ernst, y la posterior perspectiva y ayuda –entre
comillas– del policía de Marnäs Lennart Henriksson.
En Nattfåk (La tormenta de nieve), abandonamos Stenvik y
Marnäs, lugares donde se situaba la primera para subir al nordeste de Öland, a
la zona de los faros, Åludden, dos años después de lo ocurrido en la primera, y
esta vez nos retrotraemos a 1846, momento de la construcción de la casa donde
se van a desarrollar los acontecimientos y que se torna casi en un personaje
protagonista más de la trama, casa que se construyó con las maderas
provenientes del hundimiento de un carguero cerca de los faros. Allí Katrine,
la mujer de Joakim Westin, y madre de Livia y Gabriel, morirá ahogada, pero lo
que podría parecer un suicidio o una muerte accidental puede no serlo. Y para
ello tomamos la perspectiva de Tilda, nieta de un hermano mayor de Gerlof y
recién trasladada a Marnäs como policía de proximidad, y encargada de dar la
noticia a Joakim. También tenemos un desarrollo paralelo de tres ladrones,
Henrik, por un lado, y los hermanos Serelius, por otro, que se dedican a robar
en las casas de veraneo vacías de la isla, que acabarán en la casa de Åludden.
Y por último las anotaciones en un cuaderno de la madre de Katrine, Mirja Rambe,
que aparecen al principio de los capítulos y nos van narrando las distintas
muertes ocurridas en la casa o en los alrededores, ya por tormentas de nieve,
como la que se avecina, ya por otras causas, a la que se ha sumado la de
Katrine y que añade el elemento misterioso, fantasmal, al argumento.
Blodläge (La marca de sangre) tiene lugar en primavera, y
Gerlof decide salir de su residencia en Marnäs para trasladarse a su casa de
Stenvik durante algún tiempo, allí se encuentra con nuevos vecinos, que viven
en dos mansiones recién construidas y otro, Per Mörner que ahora vive en la casa
roja donde vivía el amigo de Gerlof, el escultor de piedra Ernst, muerto en la
primera novela. El espacio en este caso es la cantera, ya abandonada, de donde
sacaba la piedra Ernst para sus esculturas y que está al lado de la casa de éste
y la historia en realidad son dos historias, las de los nuevos vecinos,
Vendela, una mujer débil, propensa a la depresión, casada con Max, pero que
procede precisamente de Öland, donde vivía con su padre, un antiguo obrero de
la cantera, y que nos sumerge en los misterios de las hadas en la que creía de
niña y sigue creyendo de mayor; y la de la familia de Per, separado con dos
hijos preadolescentes, Jesper y Nilla, ésta enferma de cáncer, y con un padre
Jerry, al que apenas ha tratado, con un pasado relacionado con el negocio de
las revistas y las películas pornográficas; y por último se añaden los diarios
que ha empezado a leer Gerlof de su esposa fallecida hace veinte años, Ella,
que nos hablan de su creencia en los trols, enemigos de las hadas, y de su
soledad al vivir con un marido marinero. Nuevamente el pasado actúa en el
presente –de ahí el título, Blodläge o La marca de sangre, que hasta la piedra
de la cantera tiene–, el pasado de Jerry y que afecta a Per, y el desgraciado pasado
de Vendela que vuelve al retornar ella a su isla, y por último el pasado de
Gerlof en boca de su Ella, que de alguna forma resolverá el misterio.
Borgholm, al norte de Öland, Suecia |
Cuatro novelas muy bien construidas en un entorno entre
ficticio y real –el propio autor nos dice que algunas localizaciones, Stenvik,
por ejemplo, no son reales pero sí basadas en lugares de Öland–, con unas
historias donde se mezcla lo misterioso –que tiene que ver con las leyendas
propias de los pueblos– y la intriga de lo que sucede en el presente, y que a su
vez nos remonta al pasado como clave para resolver ese misterio y esa intriga y
con un investigador, que además es un contador de historias, Gerlof Davidsson,
un octogenario, antiguo marinero jubilado, y que rompe todos los esquemas de lo
que es el prototipo preponderante. Eso es lo que nos encontramos cuando nos
sumergimos en el cuarteto de Öland, unas historias policiacas contadas por un
octogenario como si fuesen historias de fantasmas, pero sin fantasmas.
(1) 2007. Skumtimmen (La hora de las sombras). [Otoño]
(2) 2008. Nattfåk (La tormenta de nieve). [Invierno]
(3) 2010. Blodläge (La marca de sangre). [Primavera]
(4) 2013. Rörgast (El último verano en la isla). [Verano] Lectura