El
agente de la Continental –el agente de la Agencia Continental de
Investigaciones de San Francisco– aparece en dos novelas de Dashiell Hammett
(1894-1961) y en (según mis cuentas) 28 cuentos que fueron publicados por primera
vez en revistas como Black Mask. Las dos novelas son The Dain Curse (La
maldición de los Dain) que más parece una novela de aventuras que una novela
policíaca, aunque lo sea; y Red Harvest (Cosecha roja), la que nos va a ocupar
en este comentario, la mejor novela de Hammett junto a The Glass Key (La llave
de cristal) y la iniciadora del genero negro policíaco americano o hard-boiled.
La
historia de Red Harvest no se sitúa en San Francisco –como la mayoría de las
obras de Hammett o de las tramas del agente de la Continental– sino en
Personville, también conocida como Poisonville, y contiene todos los
ingredientes que conjuntan la novela negra: una mujer fatal (Dinah Brand),
bella, ambiciosa y sin límites morales; una ristra de amantes de una u otra forma
despechados (Bill Quint, Dan Rolff, Donald Willsson, el primer asesinado, su
padre Elihu Willsson, el viejo, o Max Thaler, uno de los gánster); la ley seca
y la gran depresión de los años veinte; los entramados políticos, marcados por
la corrupción, y, por último y más característico, una extrema violencia. Y si
algo mueve esa extrema violencia es el poder, el poder del dinero y el poder
del poder, de la lucha por el poder y del mantenimiento del mismo si ya se
posee.
Dinero,
poder y un arma en la mano. Con eso no hay cortapisas morales que limiten la
acción. Y esa ponzoña es la que penetra en el agente de la Continental que
llega a Personville llamado por el muerto Donald Willsson y desdeñado por todos
los demás que aparecen en la novela, el primero el todopoderoso y magnate de la
comunicación Elihu Willsson y después el jefe de policía Noonan, tan corrupto
como el contrabandista de alcohol Pete, el Finlandés, o como Lew Yard, o, el ya
citado, Max Thaler o, posteriormente, Reno. Todos ellos se han repartido
Personville y la han convertido en Poisonville y ese veneno se ha inoculado tan
dentro de todos que no existe contraveneno, no hay vacuna que lo cure. El que
entra dentro se convierte en otra persona, como el mismo protagonista dice en
algún momento en la novela. Sólo alejándose de esa ciudad es posible no
sentirse atrapado por esa espiral de violencia y de muerte, de asesinatos
continuados en lo que se va a convertir todo el escenario. No en vano uno de los capítulos de la novela se titulará “El decimoséptimo asesinato”.
Y será el de ella y posiblemente a manos del propio agente de la Continental. Y no será el último.
Si en el
desarrollo posterior de la novela negra el detective también adquiere ese aura
de atractivo que desprenden la mujeres protagonistas, como el mismo Sam Spade o
después Marlow, lo que caracteriza al agente de la Continental es en extremo lo
opuesto, es un ser sin ningún atractivo físico, para más añadidura está gordo,
por ejemplo, pero si algo hay en él que todos los demás también tendrán es la
perseverancia y la falta de escrúpulos para conseguir lo que en algún momento
él considera justo: que los malos paguen de una u otra forma por lo que hacen.
Eso sí, sin saltarse las normas de la Agencia, excepto en algunos pequeños e
insignificantes casos.
Si las
dos novelas del agente de la Continental presentan esa dicotomía de la que
hablé al principio, mientras una, The Dain Curse, se puede decir que es una
novela novelesca y la otra Red Harvest es el ataque más virulento a la corrupta
sociedad americana de la época, los cuentos donde aparece el agente de la
Continental también se pueden clasificar en esas dos vertientes, siendo, claro,
los más interesantes los que siguen los parámetros de esta segunda versión como
“The Big Knockover” (El gran golpe) o “$. 106.000 Blood Money” (Dinero
sangriento).
Todos los casos del agente de la Continental (traducción Eduardo Iriarte Goñi), RBA, 2012. (Sólo aparecen siete cuentos y las dos novelas)
Novelas:
1929.
Red Harvest. (Cosecha roja). Lectura
1929.
The Dain Curse (La maldición de los Dain)
Cuentos
(ordenados según su primera publicación en libro):
1943. Blood
Money.
“The Big
Knockover”. (El gran
golpe)
“$. 106.000 Blood Money”. (Dinero
sangriento)
1945.
The Continnental Op.
“Fly Paper”. (Papel cazamoscas)
“Death on Pine Street”. (Muerte en la
calle Pine)
“Zigzags of Treachery”. (Tradiciones
en zigzag)
“The Farewell Murder”. (El crimen
de Farewell)
1945. The Return of the Continnental Op.
“The
Whosis Kid”. (El menda)
“The
Gutting of Couffignal”. (El saqueo de Coufignall)
“Dead
and Company”. (Muerte y Cía)
“One
Hour”. (Una hora)
“The
Tenth Clue”. (La décima pista)
1946. Hammett Homicides.
“The
House in Turk Street”. (La casa de la calle Turk)
“The
Girl with the Silver Eyes”. (La muchacha de los ojos de plata)
“Night Shots”. (Disparos en la noche)
“The Main Death”. (La muerte de Main)
1947. Dead
Yellow Women.
“Dead Yellow Women”. (El asesinato de las criadas chinas)
“The Golden Horseshoe”. (La herradura
dorada)
“House Dick”. (El sabueso del hotel)
“Who
Killed Bob Teal?” (¿Quién mató a Bob Teal?)
1948. Nightmare Town.
“The
Scarched Face”. (La cara quemada)
“Corkscrew”.
1950. The Creeping Siamese.
“The
Creeping Siamese”. (Los siameses rastreros)
“Tom,
Dick or Harry”. (Tom, Dick o Harry)
“This
King Business”. (Estirpe real)
1952. Woman
in the Dark.
“Arson plus”. (Incendio provocado y algo más)
“Shippery
Fingers”. (Dedos escurridizos)
“The
Black Hat that wasn’t there”. (El sombrero negro que no estaba allí)
1962. A Man named Thin.
“The Gatewood Caper”.
(El rapto)
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