Las novelas policiacas de J. M. Guelbenzu son
eminentemente literarias. Y el autor lejos de ocultarlo lo muestra
constantemente. No sólo lo muestra, sino que lo exhibe. Le gusta exhibirlo al
igual que a su protagonista principal le gusta exhibirse tanto como mujer como
como investigadora o detective, aun no siéndolo. En realidad Mariana de Marco
es Juez de Primera Instancia e Instrucción. Es decir, es la que toma las
primeras diligencias para, una vez establecido el caso, pasárselo a otro Juez
para que lo juzgue.
La novela que nos ocupa, El hermano pequeño, es la quinta
de la serie de seis que hasta ahora ha publicado el autor. Y seguramente la más
conseguida. Y quizá lo sea porque precisamente su entramado literario, que no
deja de serlo y mucho, se ajusta en muy buena medida a la posible realidad y le
da al lector esa necesidad de verosimilitud que en otros casos resulta más
difícil de detectar.
La serie empezó en el 2001 con No acosen al asesino. Novela
coral, donde los distintos personajes nos hablan desde sí mismos y donde la
Juez Mariana de Marco en principio no deja de ser una más dentro de esa
sociedad de nivel económico y social alto que vacaciona en un pueblecito
cántabro llamado San Pedro del Mar y donde ella tiene su destino como Juez. La
novela empieza con un remedo de “Continuidad de los parques”, el cuento de Julio
Cortázar, donde Carlos Sastre degolla al magistrado retirado Medina. Después se
desarrolla entre las intrigas propias del género dentro de ese pequeño núcleo
de veraneantes exclusivos y las muestras del, al principio escaso,
arrepentimiento del autor del crimen que se van acrecentando, como en el
Raskolnikov de Dostoievski, a medida que transcurre la novela. Entre Mariana de
Marco y su secretaria del juzgado Carmen Fernández, más el aporte de la Guardia
Civil en la persona del capitán López, se terminan por descubrir los motivos del
asesinato y con ello al asesino.
Una vez tenemos los personajes principales, recién
citados, en la siguiente novela, La muerte viene de lejos, volverán a aparecer
ya con un protagonismo mayor. Después de su acceso a la judicatura por el
tercer turno, Mariana de Marco ahora ha conseguido un puesto en Villamayor, un
pueblo algo más grande que el anterior. En esta novela su personaje empieza a
tener mayor enjundia, mujer atractiva de 42 años, dispuesta a algún affaire
amoroso, pero sin compromiso, y cuyos gustos se centran en personajes un tanto
dados a las maldades, como en este caso. Rafael Castro es como el doctor Jekyll
y mister Hyde, atractivo y atento por un lado, hasta conquistar a la misma Juez,
y por el otro... Sólo la insistencia de su anterior secretaria del juzgado en
San Pedro del Mar, con la que sigue teniendo amistad, conseguirá descubrir lo
que se mantiene oculto en esta historia de herencias y suplantaciones de la
personalidad.
La tercera novela, El cadáver arrepentido, del 2007, al
igual que la última, Muerte en primera clase, del 2012, tienen un rasgo en común,
que la juez no ejerce de tal, es decir, se encuentra lejos de su jurisdicción, pero no puede
evitar elucubrar constantemente en los misterios que en ambos se van a
presentar. En El cadáver arrepentido viene a una boda, invitada por una amiga
de la adolescencia, ahora en la cuarentena como ella, en una finca de Toledo, La Bienhallada. Allí se encontrará con ciertos personajes de su pasado, pero
también con un cadáver desenterrado en posición de pedir disculpas y la muerte
de la madre de la novia un par de semanas antes de celebrarse el enlace. En una
trama más bien de novela de aventuras que de policiaca que empieza por allá a
principios del siglo XX y que desemboca aquí a finales del mismo, 1998, la
mente intrigada de Mariana descubrirá los misterios del oro y de la herencia
recibida por la familia de su amiga. En Muerte en primera clase, Mariana se va
de viaje turístico por Egipto con su nueva amiga Julia Cruz –que apareció en la
novela anterior, El hermano pequeño– y la trama homenajea esta vez a la misma
Agatha Christie en su Muerte en el Nilo, pero en este caso el clan, el séquito,
es la familia Montesquinza y el misterio es la desaparición de su matriarca
Carmen.
Elogio del Horizonte, de Eduardo Chillida. Gijón |
Entre medias de estas dos, se encuentran quizá las dos
mejores de la serie: Un asesinato piadoso y El hermano pequeño. En ambas el
argumento se sitúa en la ciudad de G…, próxima a Vetusta –recordando a Clarín–,
es decir, (y siguiendo con el juego literario con el que Guelbenzu trata al
mecanismo de la novela policial o de crimen y misterio como se tildaba en la tradición
inglesa, de la que Guelbenzu se siente seguidor) Gijón y Oviedo, donde
nuevamente se ha desplazado la Juez Mariana de Marco al haber una vacante en
esta ciudad.
Al dejar la anodina Villamayor, también deja las
amistades y affaires amorosos que ocurrieron allí, como la corta aventura con el capitán
López que tiene al final de El cadáver arrepentido. Aunque Carmen Fernández, su
antigua secretaria del juzgado de San Pedro del Mar, siga apareciendo y en
cierto modo ayudando, ya se nota un cambio en las relaciones personales que se
profundizará en la siguiente novela, con el cambio de cromos de Carmen por la
arquitecta Julia Cruz como amiga más íntima. En Un asesinato piadoso el
argumento se inicia con la llegada a la escena del crimen de Mariana a la casa
de Cristóbal Piles –el muerto– y Covadonga Fernández, donde también se
encuentra el padre de ésta, Casio, que se ha pasado toda la noche desde el
momento de la muerte de Cristóbal preparando el escenario para presúntamente autoinculparse
hasta llamar a la policía. Dos elementos son un tanto efectistas en esta
novela: el inspector Alameda, siempre con su abrigo puesto y su bigote, que
recuerda a los sabuesos ingleses en una mezcla de Sherlock Holmes y Hércules Poirot, y esa trampa final para
cazar al asesino… Aún así, no deja de ser de las mejores de Guelbenzu, pues los
elementos judiciales de la investigación empiezan a ocupar un lugar más
importante en la trama.
Ciudad de G... (Gijón, Asturias, España) |
Lo mismo pasará con El hermano pequeño, la mejor como ya
hemos dicho. El argumento incluso es hasta más actual, la asesinada Elena
Sánchez Vega, Jessica Vega, ha ejercido de modelo porno en su pasado. El
cadáver también aparece al principio de la historia, un cadáver tirado en una
cuneta con las manos cortadas cerca de la casa donde vivía con su marido
Jacinto. Hay nuevo inspector, Quintero, y un nuevo círculo de amistades que
como hemos dicho se inicia con Julia Cruz. También el ámbito laboral está más
desarrollado, con su secretario Pelayo o con jueces de alguna forma enemigos,
como el Juez Carbajo. La trama le llevará a relacionarse con los altos próceres
de la ciudad, que están envueltos en la intriga, como el empresario Montclair,
de cuya relación de una noche saldrá escaldada. Y es esa introducción en el
ámbito de la novela social o de lo malo de la sociedad, muy dado en la novela
policiaca actual, lo que le da quizá mayor empaque a esta novela con respecto a
las otras, aunque para el autor quizá no sea una deriva que le guste en
demasía. Más para no caer del todo en esto, la trama presenta al hermano
pequeño de Mariana, Antonio, como el elemento clave de la misma, siendo
precisamente lo más artificial de la misma –sin tener en cuenta su ambigüedad sexual– , es decir, lo más literario.
Como decimos, pues, la literatura está por encima de
todo, no sólo en la artificiosidad que es en sí una novela de crimen y misterio
que constantemente está en primer plano, sino también en las continuas
menciones a títulos y autores a los que Mariana de Marco lee en cada una de las
novelas. Quizá lo que nos empuja a seguir a Mariana sea la misma Mariana, más
que las tramas, el atractivo de una mujer de cuarenta y cinco años que ella no
deja de admirar constantemente cuando se mira al espejo, pero que se convierte
en la atracción a su vez por dos elementos indisolubles, pero que terminan siendo uno: el sexo y el
mal, esto es: el peligro, como dice el propio autor.
(1) 2001. No acosen al asesino. [La trama posiblemente se
sitúa en 1996-97]
(2) 2004. La muerte viene de lejos. [Posiblemente 1997]
(3) 2007. El cadáver arrepentido. [El tiempo interno se
desarrolla en 1998, aunque hay referencias a todo el desarrollo del siglo XX]
(4) 2008. Un asesinato piadoso. [Se sitúa en 1999]
(5) 2011. El hermano pequeño. [En el 2000] Lectura
(6) 2012. Muerte en primera clase. [En el 2001, justo antes
de la 2ª guerra del golfo, que se menciona explícitamente]
(7) 2014. Nunca ayudes a una extraña. [Julio de 2004] Lectura
(7) 2014. Nunca ayudes a una extraña. [Julio de 2004] Lectura