Casa Camacho. Malasaña. Madrid Foto: Archivo personal |
Pero
estamos hablando de un Madrid que se va transformando pues la primera novela Un
beso de amigo es de 1980 mientras que la última Adiós, princesa o –si la
incluimos– Bares nocturnos son de finales de la primera década del siglo XXI,
es decir han pasado cerca de treinta años. Y el Madrid, pese a la nostalgia, ya
no es el mismo, como tampoco es el mismo ni el personaje principal, que pasa de
querer llamarse Toni Romano a Antonio Carpintero, su verdadero nombre, y eso a
pesar de que la evolución cronológica de la serie es un tanto confusa y de ahí
los problemas que nos vamos a encontrar constantemente de incongruencias y de
repetición de nombres en personajes distintos. Pero luego entraremos en ello un
poco más.
Adiós,
princesa es la última novela de Antonio Carpintero –a partir de ahora siempre
Toni Romano, a pesar del cambio de gusto de su personaje con respecto a cómo
quiere que le llamen– como protagonista, escrita como todas las demás en
primera persona, pero con Juan Delforo como personaje central de la trama. Este
Juan Delforo salió por primera vez en Grupo de noche, la sexta de la serie,
pero de forma tangencial, simplemente como un personaje que Toni Romano se
encontraba en alguno de sus bares habituales, pero no como el vecino del
apartamento de al lado, como es el caso en esta novela y como amigo desde hace
veinte años de Toni Romano.
Y siendo
la última, Adiós, princesa, y la más conseguida, la más compleja, donde el
argumento, el estilo e, incluso, los personajes están más trabajados se aleja
con mucho de la calidad de las primeras tres novelas de la serie: Un beso de
amigo, Las apariencias no engañan y Regalo de la casa, las tres de los años ochenta;
donde bien demostraba Juan Madrid cómo era eso de construir una original novela
negra ambientada como debe de ser en los bajos fondos en este caso de una
ciudad como Madrid, con personajes sin fondo, demacrados, codiciosos y
violentos y con ambientes cargados de humo, de oscuridad, de desidia y de
alcohol, como el propio Toni Romano, con una salvedad, y es que Romano sabe
donde están los límites o al menos lo intuye.
Pero
Adiós, princesa ha dejado de ser una novela negra para convertirse en una
novela policiaca, con Antonio Carpintero intentando salvar a su presunto hijo
Silverio San Juan de sus desvaríos adolescentes e intentando salvar a Juan
Delforo, su presunto vecino, de sus problemas de amoríos y literarios. Del
primero en cierta forma consigue salvarlo, a Delforo, pero el problema
literario no tiene solución si no es volviendo –en palabras del propio Juan
Madrid en boca del diario de Lidia Ripoll– a las novelas esquemáticas,
vulgares, llenas de palabrotas y sin vuelo literario alguno. Algunas de estas
características están en Adiós, princesa, mas depuradas, pero sin dudarlo
describen asombrósamente bien las tres primeras de la serie.
En
cuanto a las otras tres, anteriores a esta última, intentan repetir el método,
Mujeres & Mujeres y Cuentas pendientes en los años noventa y Grupo de noche
ya en los dos mil, pero es un remedo y con pesar llena de incongruencias
cronológicas como hemos mencionado antes.
Adiós,
princesa es una buena novela donde Toni Romano, un ex policía, ex boxeador, ex
fisonomista se ha convertido en Antonio Carpintero y por segunda vez –aunque
aquí parece ser la primera, otro ¿despiste? más– padre de un hijo con
diecinueve años y de alguna forma abogado defensor de Juan Delforo –trabaja
para su abogado– y ya no es lo mismo. Pero lo que no cambia es el lugar de la
corrupción, no tanto en los bares de alterne, ya escasos, o en los bajos fondos
de las ciudades como en las coctelerías para adinerados y en las altas esferas
de la sociedad y, claro, en la propia policía, por eso Antonio Carpintero o
Toni Romano no ha dejado de ser nunca un ex policía, que no puede dejar nunca
de meter la nariz donde no le llaman, le pese a quien le pese e, incluso, donde
le llaman, a pesar de todo.
Bodegas Rivas. Conde Duque. Madrid Foto: Archivo personal |
1982.
Las apariencias no engañan.
1986.
Regalo de la casa.
1996.
Mujeres & Mujeres.
1995.
Cuentas pendientes.
2003.
Grupo de noche.
2008.
Adiós, princesa. Lectura
2009.
Bares nocturnos. (El protagonista es Silverio San Juan, pero Toni Romano
aparece como personaje secundario)
Dicen que está inspirado en ciertos aspectos de la vida de Letizia Ortiz
ResponderEliminarJuan Delforo aparece en la primera novela "Un beso de amigo" como periodista de Cambio 16
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