No son series de televisión, aunque permiten una secuencia. No son series de televisión policíacas, aunque pueden ser la raíz y son policíacas. No son asesinos en serie, aunque los hay. Son series de detectives o investigadores: Marlowe, Rebus, Conde, Beck, el agente de la Continental, Bosch, Morck, Jaritos, Romano, Grens, Grave Jones y Coffin Johnson, Sejer, Bevilacqua, Wilhelmsen, Adamsberg, Erlendur... Y se sitúan en cualquier lugar, son de cualquier lugar: la muerte está en todas partes.

miércoles, 17 de julio de 2013

1222, de Anne HOLT

Un accidente de tren. El huracán Olga. Dos asesinatos. Y cerca de doscientas personas encerradas en un hotel de montaña. Todos sospechosos.

Y Hanne Wilhelmsen para desenredar el nudo.

Sí. Es Hanne Wilhelmsen de nuevo. La que había sido disparada y condenada a una silla de ruedas para el resto de su vida en la anterior novela Sannheten bortenfor (hasta ahora sin traducir al español), con la que se suponía que se había acabado la serie de esta policía noruega, homosexual, distante y esquiva.

Después apareció tangencialmente en Presidentens valg (Una mañana de mayo) sólo para ayudar a Inger Johanne Vik (ver lectura de su serie) a salvar a la presidenta de Estados Unidos de las manos de sus propios compatriotas. Pero aquí, en 1222, reaparece, mas reaparece como una pasajera más de tren con destino Bergen que descarrilará y propiciará todo el embrollo posterior.

Y nuevamente nos encontramos a la Hanne Wilhelmsen metida en su caparazón. Ahora es un caparazón con ruedas que hace que las distancias con el resto de la humanidad se amplíen y que nadie la pueda tocar; antes era debido a su carácter y a su condición de homosexual lo que hacía que sus antiguos compañeros policías y también los fiscales adjuntos que trabajan codo con codo con ellos no consiguiesen penetrar ni siquiera rozar ese caparazón (excepción de su corpulento compañero de promoción Billy T.).

En esta novela la trama dista mucho de ser como las anteriores, pues Hanne hace tiempo que se ha retirado de la policía, pero muy a pesar suyo y debido a las circunstancias se ve embarcada en el esclarecimiento de los asesinatos de dos religiosos. Todo ocurre en unas circunstancias excepcionales, en Finse 1222, a treinta grados bajo cero en el exterior, sin posibilidad de salir debido a los vientos huracanados y a ese frío intenso, con los otros supervivientes del accidente de tren con los nervios de punta, con los pocos que son capaces de ayudar y de dirigir todo este desbarajuste. Y nieve, mucha nieve.

Y ahí tenemos nuestro reencuentro con Hanne Wilhelmsen, ya no aquella policía ágil, de las primeras novelas –sólo dos traducidas al español Blind gudinne (La diosa ciega) y Salige er de som torster (Bienaventurados los sedientos). (En 2014 acaba de aparecer Demonens død, traducida como El hijo único [ver lectura])–, sino con una mujer de cerca de cincuenta años, aislada en su entorno familiar y sin ningún interés de inmiscuirse en asuntos que considera fuera de su incumbencia. Hasta que el gusanillo de la investigación, de la búsqueda, penetra en ella, ayudada, eso sí, por los pocos que deja que estén a su alrededor. 

En realidad a la obra le falta un poco de intensidad, sobre todo al final, pero el contexto no propiciaba que la tuviese, la invalidez tiene estas cosas.

Como suele ocurrir con Anne Holt, a la intriga principal se le añade una secundaria, que es un guiño y un pasatiempo. Cuando se habla de terrorismo o de terroristas, el protagonismo lo toman los Estados Unidos y sobre todo el hombre más buscado hasta hace poco por éstos. Probablemente sea prescindible o sobre ese hombre de la barba subiendo al helicóptero en la escena final, pero estas cosas a veces también ocurren con Anne Holt.

Suelen sobrar algunas cosas en sus novelas.






(1) 1993. Blind gudinne (La diosa ciega).
(2) 1994. Salige er de som tørster (Bienaventurados los sedientos).
(3) 1995. Demonens død (El hijo único). Lectura
(4) 1997. Løvens gap (En las fauces del león). Lectura
(5) 1999. Død joker.
(6) 2000. Uten ekko. Escrita con Berit Reiss-Andersen.
(7) 2003. Sannheten bortenfor.
(8) 2007. 1222 (1222). Lectura 

2006. Presidentens valg (Una mañana de mayo). [Pertenece a la serie de la profiler Inger Johanne Vik y del policía Yngvar Stubø, pero aparece Hanne Wilhelmsen, ya retirada de la policía y en silla de ruedas, como amiga de Vik. Ver lectura de la serie.]

martes, 16 de julio de 2013

El ejército furioso, de Fred VARGAS

Adamsberg lo llena todo. Pero no es nada sin Cía. Y las novelas de Fred Vargas no son nada sin los personajes. En realidad hay dos elementos indispensables en ellas: como digo, los personajes son una y la otra es la confusión plausible entre la leyenda y la realidad; y entre estas dos se cruza el crimen, el misterio, el elemento a resolver, a desentrañar, y quien, quienes lo resuelven son Adamsberg y Cía. El uno con su mente como una nebulosa que al final encuentra el camino, los otros entre sabidurías, fuerza bruta, alejandrinos y amistad lo acompañan por él.

L’armée furieuse (El ejército furioso) es la séptima novela del comisario Jean-Baptiste Adamsberg –a las que habría que añadir otras cuatro novelle–. En todas o casi todas ellas encontramos supersticiones, enigmas del pasado, leyendas que nos hacen pensar que la solución está lejos de ser racional: un hombre lobo en L’homme à l’envers (El hombre del revés), la peste medieval en Pars vite el reviens tard (Huye rápido, vete lejos), el tridente del dios Vulcano, el dios del fuego, en Sous les vents de Neptune (Bajo los vientos de Neptuno), una monja del siglo XVIII que degolla a sus víctimas en Dans les bois éternels (La tercera virgen) o los vampiros y cazadores de vampiros en Un lieu incertain (Un lugar incierto). Aquí es la Mesnada Hellequin o el ejército furioso que anuncia la muerte de los señalados, de los prendidos.

Adamsberg, mientras soluciona a distancia el asesinato en París del financiero y padre del clan Clermont, viaja a la región Normanda para descubrir quién de verdad está detrás de las muertes anunciadas por la Mesnada Hellequin. Para lo primero necesita de la capacidad de volverse invisible a pesar de su enorme corpulencia de Violette Retancourt con el fin de introducirse en la casa de los Clermont. Para lo segundo contará con la ayuda del cerebro, que no de otras cosas, del bebedor y comandante Danglard, de su sabiduría y de su pusilanimidad. También del recuperado para la policía Veyrenc, el tejedor de versos, el de los mechones de fuego y paisano de los pirineos del andarín Adamsberg.

Mientras estos personajes son habituales, pues forman parte de la Brigada Criminal de París que comanda el comisario Adamsberg, los otros, los que van surgiendo en el camino del caso, no dejan de ser tan extravagantes como éstos, Lina, con sus visiones, que pone a todo el pueblo de Ordebec bajo sospecha; su hermano, hecho de arcilla, desde que su padre lo tiró por las escaleras en su más tierna infancia y se rompió entero (que recuerda al licenciado vidriera de Cervantes); o su otro hermano, que nació con seis dedos en cada mano, pero que su padre dejó con cinco con un hacha. Luego el conde de Ordebec, Leo o el capitán Louis Nicolas Émeri, descendiente de un general napoleónico, completarán el enredo.

Lo que hace Vargas con todo esto es una novela policíaca distinta, marginal, sugeridora, atractiva, donde tanto las tramas como los personajes enganchan, nos atraen con su magnetismo, con su extraña forma de actuar dentro del extraño paisaje del misterio. Un misterio que pese a las apariencias de irracionalidad se descubre de una lógica absoluta. El misterio, en realidad, está en el cruce, en la encrucijada entre lo que no entendemos o entendemos de una forma irracional y una realidad que es tan fantástica como la dosis de imaginación que cada uno quiera poner en ella.





1991. L’homme aux cercles bleus. (El hombre de los círculos azules)
1999. L’homme à l’envers. (El hombre del revés)
2000. Les quatre fleuves. (Los cuatro ríos) [novela gráfica]
2001. Pars vite et reviens tard. (Huye rápido, vete lejos)
2004. Coule la Seine. (Fluye el Sena) [incluye tres novelas cortas: Salut et liberté (Salud y libertad), La Nuit des brutes (La noche de los brutos) y Cinq francs pièce (Cinco francos unidad)]
2004. Sous les vents de Neptune. (Bajo los vientos de Neptuno)
2006. Dans les bois éternels. (La tercera virgen)
2008. Un lieu incertain. (Un lugar incierto)
2010. Le marchand d’éponges. (El vendedor de estropajos) [novela gráfica realizada a partir de Cinq francs pièce]
2011. L’armée furieuse. (El ejército furioso) Lectura

lunes, 8 de julio de 2013

La última causa perdida, de Dennis LEHANE

¿Qué es lo que mueve a Patrick Kenzie y Angela Gennaro? La rabia y la venganza. El tesón y la tozudez. La juventud y la ignorancia.

Las cinco primeras historias de esta pareja siguen un mismo patrón, mientras la que nos ocupa, Moonlight Mile (La última causa perdida), escrita unos diez años después de la anterior, es una despedida y siguiendo con su finalidad, –la de la despedida– también es un cambio de patrón. Porque, si hubiese seguido con el mismo, o Kenzie hubiera muerto despedazado o Angie hubiese sido violada y asesinada o ambos hubieran sucumbido de alguna forma cruel o, incluso, hasta su hija Gabby hubiese sido secuestrada y algo más. Aquí Lehane tenía que parar y no ha encontrado mejor forma de hacerlo que desgajar la sexta novela de la serie, es decir, cargarse la serie. Aunque tenga los mismos protagonistas, en realidad no son los mismos. Se parecen, tienen cosas iguales, casi son calcados, con unos años de más, eso sí, pero no. No son ellos. Les falta algo. O, más bien, tienen algo que antes no tenían o no se daban cuenta que  tenían: algo que perder.

Y eso es lo que de alguna forma caracteriza a las primeras cinco. En ellas Kenzie y Gennaro o Patrick y Angie se acercan tanto a los malos: su violencia, su rabia, sus ganas de venganza también, en cierto modo, que no se diferencian en demasía, no en vano su mejor amigo, Bubba Rogowski, es un traficante de armas sin ninguna consideración hacia los demás. Son tan capaces de volarles la cabeza a los asesinos como éstos a ellos. Y así ocurre.

Estamos en Boston, quizá la ciudad más europea de Estados Unidos, con sus irlandeses sobre todo, pero también sus italianos y, al final, también los rusos o chechenos o bielorrusos o moldavos, la nueva mafia; y la mayoría de las escenas no salen de la ciudad, aunque a veces las tramas les puedan llevar como en Sacred (Lo más sagrado) hasta Florida por ejemplo. Pero normalmente ocurren en Boston y no solo en Boston, sino en el barrio obrero de Dorchester, donde los protagonistas se criaron. Darkness, Take My Hand (Abrázame, oscuridad) se desarrolla allí y relaciona un caso actual de un asesino en serie con otros que se remontan a la época de su infancia y que incluso afecta al maltratador padre de Kenzie.


Esa suciedad del mundo que nos rodea, que nos mostró los inicios de la novela negra, esa suciedad que se traduce en muerte indiscriminada y violencia desmedida es lo que Lehane aprendió de los maestros y que pone en práctica en todas las novelas de esta serie y las lleva al extremo. Pero es una suciedad que también afecta a Kenzie y Gennaro como afecta constantemente a la clase política, en A Drink Before the War (Un trago antes de la guerra) o a la misma policía. En Gone, Baby, Gone (Desapareció una noche), quizá la mejor urdida de todas junto a Prayers for Rain (Plegarias en la noche), el secuestro o desaparición de una niña de cuatro años, Amanda, se convierte en el descubrimiento de que los policías también quebrantan la ley a su antojo y no saben delimitar lo legal con lo moral y llegan a extremos de crueldad inherente en un principio sólo para los delincuentes o asesinos.

Y es esta novela la que da pie al argumento de la última, Moonlight Mile, y al cierre de la serie. Amanda vuelva a desaparecer, aunque ahora tenga dieciséis años y no sea un secuestro sino una huida. Y ella sea al final la que de alguna forma mueva los hilos. No es buena, la novela, o, mejor, no se ajusta a los esperado pues no es ya de la serie Kenzie y Gennaro, porque aquí se vuelven humanos, mientras que antes eran animales salvajes que perseguían y se defendían de otros animales salvajes igual o más salvajes. Y con sus mismas armas. Y su misma violencia.





1994. A Drink Before the War. (Un trago antes de la guerra)
1996. Darkness, Take My Hand. (Abrázame, oscuridad)
1997. Sacred. (Lo que es sagrado)
1998. Gone, Baby, Gone. (Desapareció una noche)
1999. Prayers for Rain. (Plegarias en la noche)
2010. Moonlight Mile. (La última causa perdida) Lectura