No son series de televisión, aunque permiten una secuencia. No son series de televisión policíacas, aunque pueden ser la raíz y son policíacas. No son asesinos en serie, aunque los hay. Son series de detectives o investigadores: Marlowe, Rebus, Conde, Beck, el agente de la Continental, Bosch, Morck, Jaritos, Romano, Grens, Grave Jones y Coffin Johnson, Sejer, Bevilacqua, Wilhelmsen, Adamsberg, Erlendur... Y se sitúan en cualquier lugar, son de cualquier lugar: la muerte está en todas partes.

lunes, 27 de mayo de 2013

Expediente 64, de Jussi ADLER-OLSEN

Cuarta novela de la serie traducida al español de las cinco que hasta ahora ha publicado Jussi Adler-Olsen en su danés original. Novela que sigue la estela de las tres anteriores. Bien trabada, con personajes creíbles aunque exagerados –luego analizaremos esto, porque es uno de los rasgos que más destacan en su obra–, casos complejos que se entremezclan, cierto humor –elemento que no suele estar presente en este tipo de obras– y finales siempre, siempre ridículamente heroicos, donde los dos mayores protagonistas siempre, siempre están a las puertas de la muerte.

Carl Morck es el subcomisario que lleva el mayor peso en el desarrollo de las tramas. Es un policía del que todos se empeñan que está traumatizado por lo que les ha ocurrido a sus anteriores compañeros –uno muerto y el otro postrado en una cama sin apenas ninguna movilidad– en su presencia, pero tanto su desidia en el comportamiento como sus pensamientos y comentarios sarcásticos en muchos momentos nos lo acercan y empatizan. Assad es su compañero, de procedencia siria, apareció en la primera novela (Kviden i buret o La mujer que arañaba las paredes, como atrozmente se la ha traducido aquí) como el que limpiaba las dependencias del sótano donde fue reciclado Carl Morck como el responsable de poner en marcha el nuevo Departamento especial Q encargado de casos antiguos sin resolver. Pero, Assad, como decimos, va a ser mucho más que eso, va a ser un inspector más sin placa, pero con mucha intuición, extremadamente trabajador (como que vive en la comisaria) y experto en el cuerpo a cuerpo, pero sobre todo sin historia: no sabemos de dónde viene exactamente ni cómo ha aparecido como ayudante de Morck. En cuanto a Rose (o Yrsa) que apareció como la secretaria en la segunda novela (Fasandreaberne o Los chicos que cayeron en la trampa) es una mujer excéntrica con muy mal humor y que sufre de doble personalidad que cambia cuando le viene en gana (en la tercera novela Flaskepost fra P o El mensaje que llegó en una botella se convertirá en su hermana Yrsa). Pero a pesar de ser todos ellos ciertamente extravagantes, nos sumergimos en los casos con su misma pasión.

Lo malo son los malos. Todas las novelas tienen el mismo estilo de alternancia entre los capítulos llevados por Carl Morck y los suyos y los capítulos que se centran en los que cometen los asesinatos o fechorías. En la primera novela es un secuestrador vengativo que rapta a una prometedora política, en la segunda son una serie de hombres de la influyente y alta sociedad que desde su adolescencia han cometido atrocidades simplemente para que la adrenalina fluya por sus venas, en la tercera es un difuso y oculto personaje que rapta y asesina a niños que pertenecen a sectas o corrientes religiosas demasiado estrictas y que tienen que pagar por ello como él pagó en su infancia. Y en esta que nos ocupa (Journal 64 o Expediente 64) es una mujer vejada durante la primera parte de su vida y que busca venganza y, sobre todo, son los racistas del partido Ideas Claras y sus atrocidades contra las personas más desfavorecidas con la sola intención de lavar y limpiar la sociedad de lo que no es como ellos quieren que sea. Pero el problema de los malos en todas ellas es que son tan extremadamente malos sin ningún atisbo de otra cosa que no llegan a ser creíbles del todo.      




2007. Kvinden i buret. (La mujer que arañaba las paredes)
2008. Fasandraeberne. (Los chicos que cayeron en la trampa)
2009. Flaskepost fra P. (El mensaje que llegó en una botella)
2010. Journal nr 64. (Expediente 64) Lectura
2012. Marco Effekten

lunes, 6 de mayo de 2013

Tres segundos, de Anders ROSLUND & Börge HELLSTRÖM

Tempo. Ritmo. El ritmo es algo primordial en una novela policiaca. No estoy hablando de si es rápida, lenta, trepidante, exhaustiva, veloz o asmática. Estoy hablando de que la novela, cada novela tiene un ritmo que la caracteriza –incluso podríamos decir que cada autor lo tiene, pero no es este el caso, o no de lo que vamos a tratar aquí–, el ritmo de Tres segundos es tan propio que nos lo transmite, nos lo contagia, nos hace a nosotros partícipes de él, nos rodea de tal forma que nos colocamos en el centro, que nos metemos dentro del vehículo de la trama y vamos a donde nos lleve sin mirar atrás en ningún momento, sin preguntarnos en qué momento nos hemos subido en él, en qué momento hemos llamado al taxi y le hemos dado la dirección, y no nos lo preguntamos porque nosotros no lo hemos llamado ni sabemos la dirección hacia donde se dirige, simplemente nos hemos subido a él desde el principio y nos ha llevado, nos lleva hacia donde sea el final, sea cual sea el final, hacia allí nos vemos llevados desde el principio, desde la primera palabra de la novela.

Tres novelas –ya cuatro– se han traducido al español de las seis que esta pareja de periodista y exdelincuente, Anders Roslund y Börge Hellström, han publicado en su sueco original. Hasta ahora Box 21 en su título original, la segunda de la serie protagonizada por el malhumorado Ewert Gens y su cándido compañero Sven Sundkvist, era la de mayor reconocimiento aquí, y siendo buena, la que nos ocupa, Tre sekunder, la supera con creces. Mientras Estocolmo, Estación Central una traducción de Box 21 un tanto alejada del título original, por decirlo sin mayor hincapié (no sabemos por qué esto ocurre tan a menudo en las traducciones de las novelas policíacas)– se centraba en el tráfico de personas para la prostitución procedentes de países bálticos, aquí, en Tres segundos, el argumento nace del tráfico de estupefacientes y su origen vuelve a ser de países de aquella zona, en este caso Polonia.

Vista desde Gamla Stam. Estocolmo
Foto: Archivo personal
La novela está dividida en cinco partes. En la primera que dura de domingo a miércoles se nos presenta Paula o Piet Hoffmann, el infiltrado, el que nos lleva de Polonia a Suecia y de la libertad a la cárcel, el que presencia un asesinato y el asesinado posterior, el que tiene miedo y no se deja dominar por el miedo, el que habla sueco y polaco, porque es sueco y polaco, el delincuente y el policía, el padre de dos niños y una mujer, Zofia, que serán, son la luz al final del túnel, la única luz para salir del humo negro de la oscuridad final. En la segunda Paula tiene treinta y ocho horas para preparar su ingreso en prisión para seguir con su doble misión de introducir y dirigir el nuevo poder de la droga dentro de los muros, pero también para preparar su posible salida de la misma. La tercera parte va de lunes a viernes, el tiempo que dura la misión fracasada de Paula y donde, junto a él, el inspector Grens, como el que ordena el disparo final que dura tres segundos, empieza a tener protagonismo, en realidad el protagonismo se alterna entre el de dentro y el de fuera. Muy bien llevado. En la cuarta parte, el fin de semana posterior, sábado y domingo, Grens es el encargado de desenmascarar todo el entramado que ha llevado a ese injusto disparo y detonación final. 

Västmannagatan, Estocolmo
La quinta y última es la más rápida porque todo está ya hecho y resuelto en realidad, resuelto el primer homicidio del policía infiltrado danés de Västmannagatan 79 cometido por los malos y resuelto el segundo homicidio del policía sueco infiltrado, llamado Paula o Piet Hoffmann, del centro penitenciario de Aspsas cometido por los buenos.

Como suelen decir en las contraportadas o en las fajas a modo publicitario: “Engancha”.  





2004. Odjuret (La bestia).
2006. Edward Finnigans upprättelse (Celda número 8). Lectura
2007. Flickan under gatan.
2009. Tre sekunder (Tres segundos). Lectura
2012. Tva soldater. Próxima Lectura

martes, 30 de abril de 2013

Asuntos internos, de Ian RANKIN

The Complaints es la primera novela de una nueva serie de Ian Rankin, la protagonizada por el inspector Malcolm Fox del departamento de Asuntos Internos, en la unidad de Ética Profesional. A estas alturas Rankin ya ha publicado otras dos novelas más de esta serie, aún no traducidas al español, si bien en la última aparece de nuevo John Rebus, aquel inspector heterodoxo y un tanto bebedor que se jubiló en Exit Music (La música del adiós, en traducción española), y por el que Ian Rankin ha obtenido la fama.

La música del adiós era la novela número diecisiete de John Rebus –acaba de salir ¿inesperadamente? la número dieciocho, Sobre su tumba (ver lectura), por tanto su autor no está empezando de cero para crear a Malcolm Fox, todo lo contrario, ya tiene construidos de alguna forma todos los efluvios tóxicos y farmacológicos necesarios para que el ambiente nos acoja y nos traslademos con total confianza a la Edimburgo húmeda, fría, hostil y atrayente donde se desarrollan la mayoría de sus casos, también éste de Malcolm Fox.

Foto: Archivo personal
Todo esto nos genera una pregunta: ¿qué hay de novedoso en Malcolm Fox o de verdad es una nueva serie o hemos cambiado algo excepto el nombre del protagonista o era necesario el cambio o por qué ha cambiado a John Rebus o …? Esta o estas preguntas generan a su vez una nueva: ¿es necesario responderlas? Es decir, ¿no sería el propio Ian Rankin el que debería responderlas? Aquí podríamos intuir alguna de las razones que le han llevado al cambio: el agotamiento del personaje, tanto en la vida ficticia de John Rebus como en la creativa de Rankin, al que se puede unir el posible agotamiento del lector, que ya ve ciertas repeticiones, en las tramas, en los personajes, en el protagonista. Pero no vamos a entrar en ello, ya habrá ocasión.

Aquí la trama vuelve a ser compleja, como ya nos tiene acostumbrados Rankin, sobre todo desde su Black & Blue. Lo que en principio parece una ayuda a otro departamento en la investigación de otro policía por asuntos de pederastia en Internet se va complicando a raíz de la muerte de la pareja de su hermana y las relaciones que van surgiendo a partir de una investigación personal en la que en principio no está invitado. La red tejida por Rankin nuevamente nos atrapa en un trasfondo de corrupción complejo y de altos vuelos con la burbuja del ladrillo que ya ha hecho boom, sí, también en otros lares, en este caso Escocia.

También Malcolm es un solitario, también en su investigación los malos no sólo están al otro lado, sino de nuevo en el que no deberían estar –precisamente el que pertenezca al área de Asuntos internos ya nos da una clave de lo que se puede esperar de esta nueva serie–, también los mafiosos escoceses, como el Cafferty de Rebus, aparecen, también los pubs, como antes el Oxford, y su ambiente oscuro sirven de ambientación. Pero Rankin ha querido que Fox no sea un bebedor, sino un ex bebedor, ni un amante de la música sesentera y setentera, eterno seguidor de los Rolling, que por ahora no tenga un alter ego, como Rebus tenía en Siobhan Clarke, que le ayude y complemente, que no tenga mala leche y se lleve mal con todos –aunque esto al final no le ha salido del todo bien, como se ve en el desarrollo de la novela–, sino que sea un tanto sosegado, pero, eso sí, persistente hasta el final. En fin que Rankin ha intentado crear algo a partir de algo y de ahí vienen los posibles peros que se le pueden poner.

Edimburgo
Foto: Archivo personal
En cuanto al resto, el oficio no ha desaparecido, el saber llevar la trama hasta al final, su ambientación que tanto nos atrae en ese Edimburgo lluvioso, viejo y nuevo a la vez, la complejidad que nos va envolviendo, el desarrollo de los acontecimientos, el ritmo que nos guía, con sus cambios, lento, lento, rápido o breve breve larga, como los pasos del hexámetro dactílico de la épica clásica, todo ello está de nuevo aquí y por eso lo leemos con gusto, aunque novedoso, novedoso no lo sea y será por eso que…






2009. The Complaints (Asuntos internos). Lectura
2011. The Impossible Dead.
2013. Saints of the Shadow Bible. [con John Rebus] Lectura