No son series de televisión, aunque permiten una secuencia. No son series de televisión policíacas, aunque pueden ser la raíz y son policíacas. No son asesinos en serie, aunque los hay. Son series de detectives o investigadores: Marlowe, Rebus, Conde, Beck, el agente de la Continental, Bosch, Morck, Jaritos, Romano, Grens, Grave Jones y Coffin Johnson, Sejer, Bevilacqua, Wilhelmsen, Adamsberg, Erlendur... Y se sitúan en cualquier lugar, son de cualquier lugar: la muerte está en todas partes.

domingo, 16 de febrero de 2014

Nombre de perro, de Élmer MENDOZA



Según palabras del Presidente de México, la “policía (es) incapaz, corrupta e impreparada”. Edgar Mendieta, el Zurdo, pertenece a la Policía Ministerial del Estado. Y trabaja en Culiacán, del estado de Sinaloa, lugar donde nació y vive. El Zurdo Mendieta a veces es incapaz, ya por razones externas, la mayoría, ya por razones internas, somos humanos; a veces es corrupto, las menos, pero a veces; y a veces no está preparado –pero no por falta de preparación– para lo que le va a venir, aunque lo vea venir, porque el elemento circunstancial, es decir, todo lo que le rodea es tan inestable como la nitroglicerina líquida, que en cualquier momento todo puede saltar por los aires, incluido él, incluso, él el primero.

Edgar Mendieta es un ser solitario, muy a su pesar, aunque más que solitario es un hombre que está solo y no es porque él lo quiera sino que es por lo que le pasa, por lo que le ocurre y que él no decide. La última novela donde aparece el Zurdo es Nombre de perro, que le vendría muy bien como apodo al mismo detective si no fuera porque es el apelativo del otro, del que se esconde y oculta, del que mata sin ser visto, del perseguido y demacrado, del agente invisible. Ya veremos.

Antes de Nombre de perro, Élmer Mendoza, su autor –cuyas iniciales son las mismas que las del personaje, y no sólo las iniciales sino que los mismos rasgos físicos también son muy parecidos o similares, ese pelo de asterisco…–, ha publicado otras dos: Balas de plata y La prueba del ácido. En las tres el protagonista es el Zurdo, aunque comparte su preponderancia con dos más: el contenido y el continente, o mejor, la droga y el lenguaje de la droga, o mejor aún, el narco y el habla, o todavía más, la lengua del narcotráfico, de los narcos y de los que los combaten, que al fin y al cabo y sin remedio no deja de ser la misma, es la misma y ya no sé si estamos hablando de palabras o de acciones y ya no distingo muy bien si son dos o uno o una, la misma lengua mexicana, la que hablan y en la que se entienden aunque no se entiendan, aun siendo la misma.

Y eso mismo es lo que le da su relevancia a las novelas de Mendoza y eso mismo las torna difíciles, porque no es fácil entrar en ellas, para poder hacerlo hay que empezar a entender esa lengua, como el que aprende un nuevo idioma y no sólo hay que entenderlo sino que después hay que hablarlo y hablarlo aún es algo más difícil y para hablarlo qué mejor enseñanza que entrar dentro de las tramas y sentirse uno más dentro de las novelas e intentar, eso sí, no saltar por los aires o no convertirse en colador, porque entonces ahí no más.

Portada de Balas de plataBalas de plata se publicó en 2008, en ella aparece por primera vez el Zurdo Mendieta, y, junto a él, Gris Toledo, proveniente de Tránsito, su compañera. También estarán el comandante Briseño, su jefe, que como jefe estará y no estará con él, o compañeros como Moisés Pineda, el de narcóticos, con su Lamborghini.

Portada de Balas de plata (Fábula)En esta novela el muerto, el primer muerto, es Bruno Canizales, personaje ambiguo que lo mismo se acuesta con ellas que con ellos –y no será el único en ser bisexual, ni en ésta ni en las siguientes–, muerto con una bala de plata. Y entre los sospechosos está la hija, Samantha Valdés, del jefe del Cártel del Pacífico, Marcelo Valdés. No sólo ella, también Paola Rodríguez, tan bella e inalcanzable que se mata a sí misma, o el bailarín Frank Aldana, al que van a buscar a Mazatlán. Y todo se enreda no sólo porque las muertes se multiplican, siendo algo habitual, y con las muertes, las mentiras y los tejemanejes, y los peligros, sino porque el Zurdo se enamora de la Goga, amiga de Samantha y de Mariana Kelly, la compañera de Samantha. Y cuando alguien se enamora deja de ver y de ahí el final.

Portada de La prueba del ácidoCon La prueba del ácido, del 2010, el Zurdo vuelve a caer, esta vez en un enamoramiento a distancia, más platónico que sexual, ya que la enamorada es Mayra Cabral de Melo o Roxana, su nombre de bailarina de streeptease, con la que se encontró en sus vacaciones, y que meses después aparecerá muerta. Con ella su compañera en el club Alexa, Yhajaira, Yolanda Estrada, también asesinada. Y el Zurdo es el encargado de encontrar a su asesino. Un Zurdo del que descubrimos que su terapia con el doctor Parra viene de algo que le pasó cuando tenía ocho años con un cura, el cura Bardominos, al que luego le dieron piso. Para ello, uno de los personajes clave de la novela, el gringo Leo McGiver, traficante de armas, será el desvelador del secreto que afecta al hermano de Mendieta, Enrique. Pero todo esto es paralelo a las pesquisas sobre el asesinato de Roxana y que envuelven a ciertas alturas políticas y financieras de Culiacán. Y si hablamos de ambas también hablamos de narcos, aquí Samantha, muerto su padre, se hace cargo del Cártel del Pacífico, y frente a la guerra declarada por el Presidente de México, los muertos se empiezan a contar por decenas al día, y para ello las armas se muestran imprescindibles.

Acabamos con Nombre de perro, del 2012. Todo empieza con el acribillamiento en la consulta de un dentista, el doctor Manzo, y continuará con la muerte de algunos otros, pero aquí el asesinato en serie no es algo de un autor solitario como en otros lares, aquí tiene que ver con otro tipo de asesinos, que siempre van en grupo, en este caso el de la Tenia. Pero la trama paralela al final tiene mayor protagonismo, la del asesinato de la compañera de Samantha Valdés, Mariana Kelly, durante una reunión entre narcos para hacer frente a los ataques que vienen de la presidencia. Y será la propia Samantha la que pedirá al Zurdo que le devuelva algún que otro favor encontrando al asesino de Mariana.

Colonia de Las Quintas, Culiacán

Mientras la vida personal del Zurdo da un vuelco, se encuentra en los días previos a la llegada de Santa Clos con un hjio, clavado a él, Jason, y a la madre de éste, Susana, con la que sólo se acostó una vez, hará dieciocho años. Y de nuevo y no es la primera vez y por distintas causas y razones y de distintas formas el Zurdo Mendieta cae. Aunque esperemos que se vuelva a levantar –como hasta ahora para la próxima.







domingo, 9 de febrero de 2014

La biblia de las tinieblas / Saints of the Shadow Bible, de Ian RANKIN




Aunque Malcolm Fox y John Rebus ya habían coincidido en la misma novela antes, en Standing in another Man’s Grave o Sobre su tumba –última novela traducida y publicada en español (ver lectura)–, era una novela que pertenecía a la serie de John Rebus pues el papel de Fox era totalmente tangencial. En cambio en la última novela publicada de Ian Rankin, Saints of the Shadow Bible – en traducción española, La biblia de las tinieblas, no sabemos muy bien por qué– el papel de ambos se tiende a igualar, aunque siga siendo John Rebus el que lleve la trama, como luego veremos.

Antes de seguir, hagamos un pequeño repaso. La secuencia sería como sigue: en 2007 Rakin había hecho que Rebus ver serie abajo se jubilase en Exit Music (La música del adiós) y en 2009 se inicia una nueva serie con Malcolm Fox ver serie abajo como protagonista de The Complaints (Asuntos internos). Fox continuó su serie en el 2011 con The Imposible Dead, pero, cuando parecía que Rebus ya no iba a seguir dándonos problemas, aparece de nuevo en 2012 con Standing of the Man’s Grave (Sobre su tumba), con una pequeña aparición de Fox, que ya anticipa el protagonismo de ambos en Saints of the Shadow Bible (La biblia de las tinieblas), del 2013. ¿Cuál vendrá después? ¿Rebus? ¿Fox?

Por tanto, si hacemos caso a la afirmación del primer párrafo, podríamos decir que es una novela que se puede incluir en ambas series, si bien pertenecería algo más a la de John Rebus. Es Rebus, en esta novela, el que lleva el argumento a sus espaldas, ya que es Rebus el que pertenecía, en sus inicios como policía, allá como veinticinco o treinta años atrás, a ese grupo que se hacía llamar Saints of the Shadow Bible, que se podría reducir a “los Santos”. Esos “Santos” eran el Detective Inspector Stefan Gilmour, ahora un hombre de negocios influyente, además de uno de los políticos que se decantan por la campaña por el No a la independencia de Escocia; los Detectives Sergeants Dod Blantyre y Eamonn Paterson, ambos hace tiempo retirados y el primero de ellos sin apenas movilidad y más cerca del otro lado; y los Detectives Constables Frazer Spence, fallecido hace unos diez años en un accidente, y el mismo John Rebus. Pero esos “Santos”, según se va desprendiendo de la investigación que se ha encargado a Malcolm Fox por parte de The Solicitor General, Elinor Macari –ferviente defensora del Sí en la campaña de la independencia–, no son tales o bien no actuaron como tal en su momento. Veremos. Y de ahí viene el protagonismo de Malcolm Fox. Y lo que parecía podría ser un enfrentamiento entre ambos inspectores se va a convertir en un cierto compañerismo, a pesar del propio Rebus, claramente caracterizado casi desde los inicios de su serie como un antisocial, problemático y solitario policía, es decir, todo lo contrario a Fox.

El castillo desde Princess Street
Foto: Archivo personal
Pero, antes de meternos en esta obra, hay que añadir que, considerándola también como de la serie de Fox, sería la tercera, ya que en 2011, como dijimos, se publicó The Imposible Dead. En ella Malcolm Fox aparece aún más desarrollado que en The Complaints (Asuntos internos) –la primera de la serie y hasta ahora la única traducida (ver lectura)–, donde su vida personal era en cierto modo la protagonista, ya que era un caso donde el novio de su hermana Jude había sido asesinado. En The Imposible Dead, a parte de que su vida personal, que en este caso se centra en el drama personal de la vejez de su padre y la relación con su hermana, se sigue desarrollando, ahora se le encarga una investigación que envuelve a los compañeros de un policía, Paul Carter, denunciado por su propio tío, el ex policía Alan Carter. Y lo que parecería una investigación clásica de los asuntos turbios que se cuecen dentro del aparato policial se va a ir extendiendo a una investigación que se remonta a 1985 y que toca al antiguo Dark Harvest Comando, es decir a un grupúsculo terrorista a favor de la independencia escocesa que atacaron a las instituciones escocesas y británicas. Y en esa investigación ampliada los que ahora están bien posicionados, como el actual Ministro de Justicia o su hermana Allison Watson, un alto cargo de la policía, y su propio marido Stephen Pears, un exitoso hombre de negocios, antes, en otro tiempo, tenían otros nombres y presentaban otras caras.


Como se ve el tema político de la independencia no deja de estar presente en la vida escocesa y así lo muestra Rankin en ambas novelas, aunque, desde la perspectiva de la que nos ocupa, la violencia sea sustituida por una cierta máscara de democracia. Pero lo turbio, lo oscuro, sigue presente, aunque provenga de atrás. En realidad, en La biblia de las tinieblas todo se inicia con un caso distinto que luego se va enredando y que al final termina por relacionarlo todo, ese caso inicial no tiene apenas importancia al principio, un simple accidente de tráfico, una salida de la carretera de una joven estudiante universitaria, Jessica Traynor, pero algunas pequeñas irregularidades hacen dudar a los encargados de investigarlo: la Detective Inspector Siobhan Clarke, que encontramos acompañada del ahora de nuevo Detective Sergeant John Rebus. Porque, desde la jubilación de Rebus y posterior reincorporación al departamento de Cold Case en Sobre su tumba, las cosas han cambiado y ahora es Clarke la que ha ascendido en el escalafón y lleva la voz de mando, si bien, como el propio desarrollo de la trama pondrá en relevancia, Rebus, como siempre, va por libre. Y a esa investigación que se va complicando, pues Jessica es novia del hijo, Forbes McCuskey, de un Ministro escocés, se va a unir Malcolm Fox, al que el desarrollo de los acontecimientos le va a hacer implicarse en esta última investigación, uniéndose a Clarke y a Rebus.

Como siempre en Rankin o en Rebus y ahora también en Fox, el mundo de la política, de los políticos, y el mundo de la propia policía, de sus mandos y sus competencias, de sus discrepancias y culpabilidades, y el mundo de los bajos fondos, de los gansters y sus matones, todo, todo, está en cierto modo relacionado, todo tiene su conexión, y la labor de Rebus y ahora Fox –y de Clarke– será la de descubrir esa conexión, pues descubriéndola daremos con lo que se busca, aunque la próxima vez se vuelva a reproducir exactamente igual, aunque con otros nombres y otros implicados. Pero, ¿no es eso mismo la realidad?: algo que constantemente se repite. 


La biblia de las tinieblas (traducción de Eduardo Iriarte Goñi), RBA, 2014.    



1987. Knots and Crosses (Nudos y cruces).
1991. Hide and Seek (El escondite).
1992. Tooth and Nail (Uñas y dientes).
1992. Strip Jack (Jack al desnudo).
1993. The Black Book.
1994. Mortal Causes.
1996. Let it Bleed.
1997. Black and Blue (Black and Blue).
1998. The Hanging Garden (El jardín de las sombras).
1999. Dead Souls.
2000. Set in Darkness (En la oscuridad).
2001. The Falls. (Aguas turbulentas).
2002. Resurrection Men (Resurrección).
2003. A Question of Blood (Una cuestión de sangre).
2004. Fleshmarket Close (Callejón Fleshmarket).
2006. The Naming of the Dead (Nombrar a los muertos).
2007. Exit Music (La música del adios).
2012. Standing in another Man’s Grave (Sobre su tumba). Lectura
2013. Saints of the Shadow Bible (La biblia de las tinieblas). [También con Malcolm Fox] Lectura

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2009. The Complaints (Asuntos internos). Lectura
2011. The Impossible Dead.
2013. Saints of the Shadow Bible (La biblia de las tinieblas). [También con John Rebus] Lectura

viernes, 31 de enero de 2014

Paisaje de otoño, de Leonardo PADURA

Tetralogía de Las cuatro estaciones)


Portada de Paisaje de otoño (MAXI)Paisaje de otoño –aprovecho su reciente edición en bolsillo (Maxi de Tusquets) para hacer una lectura que es una relectura de esta novela– cierra el ciclo de "Las cuatro estaciones". Es el último caso en el que Mario Conde interviene como teniente de la policía, como investigador de la policía, puesto que abandona el puesto precisamente ahí para ser lo que siempre ha querido ser: un escritor escuálido, de historias escuálidas y conmovedoras.

En realidad la novela nos cuenta dos historias, la de la muerte de Miguel Forcade –un exiliado cubano en Miami que regresa a La Habana debido a la enfermedad de su padre– y la de la muerte de Conde como policía, pero en realidad nos está contando algunas otras más o muchas más, pero que se resumen en una sola. Hay una sola historia y es la del huracán Félix.

Los huracanes en la zona del Caribe son algo cíclico y por tanto algo que ocurre más veces de lo que uno piensa, y a su paso, al paso del huracán, todo lo que estaba de pie cae. Y lo que viene después tiene que ser, no puede dejar de ser, un nuevo inicio. Cuando uno se cae debe levantarse, se tiene que levantar, con ayuda o sin ayuda, pero el primer impulso siempre tiene que ser de uno mismo. Pero ¿de verdad nos caemos porque nos tiran, es la naturaleza externa la que nos empuja o son nuestras propias decisiones o indecisiones las que nos impelen a la caída, es nuestra propia naturaleza llena de incertezas la causante? Esa es la pregunta que flota –como el cadáver de Miguel Forcade– constantemente en la novela.


Ha habido una purga en el departamento de policía al que pertenece Mario Conde. Se ha descubierto que muchos de sus compañeros estaban salpicados por la corrupción. Los descubiertos han sido expulsados, pero también el jefe de todos, el mayor Rangel, que aunque no estaba implicado, si lo estaba por haber confiado en quienes no debería haber confiado. Esa es la excusa perfecta que Mario Conde necesitaba para abandonar la policía: su fidelidad al Viejo, como él llama al mayor Rangel, su amistad con él.

Pero su nuevo jefe, el coronel Molina, tan distinto a Rangel, le propone un trato: Conde resuelve el caso del asesinato de Miguel Forcade y él le firma la carta de renuncia. Tiene tres días para solucionarlo. Y el plazo se cumple justo el día de su treinta y seis cumpleaños.

Protagonistas de esta historia policial: El asesinado Miguel Forcade Mier, de unos cincuenta y tantos años, antiguo Segundo Jefe de la Dirección Provincial de Bienes Expropiados y ex Subdirector Nacional de Economía y Planificación, que había desertado en 1978 en un viaje con escala en Madrid donde se queda para posteriormente instalarse en Miami. Su mujer Miriam, rubia no natural, unos veinte años más joven, de muslos prietos. Hermana a su vez de Fermín Bodes, amigo de Miguel, pero que acaba de salir de la cárcel después de unos diez años en ella, condenado por malversación. Y el antiguo novio de Miriam, Adrián Riverón, con un gran curriculum como estadista económico, pero que ha caído en desgracia en el régimen actualmente, debido entre otras cosas a su relación con Forcade. Y, el último, otro antiguo dirigente, Gerardo Gómez de la Peña, que como la familia de Forcade vive en El Vedado, o mejor dicho, en El Nuevo Vedado, un barrio exclusivo de La Habana, con sus grandes casas y mansiones.


Matisse
Y en esa casa, en la de Gómez de la Peña, nos vamos a encontrar con una pintura (no será la única vez que Leonardo Padura recurra a la excusa del arte para crear una novela, lo veremos en Herejes. Ver lectura), Paisaje de Otoño –aquí empezamos con las dobles historias–, un pequeño óleo de la época postimpresionista de Matisse: un borroso paisaje otoñal de una pequeña calle y sus árboles y con (o sin) una pequeña mancha amarilla al fondo que supuéstamente es un perro. ¿Puede ser ésta la causante del asesinato de Miguel Forcade? Porque Forcade ha regresado para llevarse lo que en su primera partida no se pudo llevar y que le reportará unos cuantos millones, que es lo que él necesita para vivir a lo grande como siempre ha vivido y siempre ha querido vivir: con el poder que da el dinero. O será una pequeña escultura en oro de Buda de la dinastía T’ang, también valorada en millones de dólares, lo que ha venido a buscar –guiño a El Halcón Maltés de Hammett– para regresar triunfante a Miami. Da igual. El caso es que la novela policiaca se resuelve sabiendo que la codicia y la venganza siguen siendo los motivos principales de un asesinato sea este el caso o no.

Portada de Pasado perfecto (MAXI)Pero lo que de verdad resuelve la novela es que toda decisión importante lo que provoca en un primer momento es una devastación. Como la de Andrés, uno de los amigos de Mario Conde, ese médico bien casado con dos hijos que trabaja con gran mérito en un hospital pero que decide que a pesar de todo esa no es la vida que quiere y que necesita romper con todo y empezar de nuevo. O la de antes de Cándito el Rojo que ha decidido acercarse a Dios, él que ha sido siempre un crápula. O la del propio Mario Conde que justo en el día de su cumpleaños, el 9 de octubre, en pleno otoño y con la inminente llegada del huracán Félix, ha decidido abandonar la policía y empezar a escribir sus historias escuálidas y conmovedoras que siempre ha querido escribir, aunque se tenga que conformar por ahora con escribir la historia perdida de los amigos, de esos amigos que momentos antes estaban en la fiesta de su cumpleaños en casa de su gran amigo el Flaco Carlos, que ya no es flaco y sí gordo y en silla de ruedas, donde la madre de éste, Jose, ha preparado una cena ejemplar cocinada en su cabeza como siempre, y donde hasta Tamara, su enamorada del Pre estaba presente, y es ahí donde esa historia surge, la historia de un Pasado perfecto que es como se inicia el ciclo de "Las cuatro estaciones" y como finaliza en esta Paisaje de otoño, una novela perfecta.     
        
  


Tetralogía de Las cuatro estaciones


Portada de La cola de la serpiente1991. Pasado perfecto. [Las cuatro estaciones. Invierto, 1989]
1994. Vientos de cuaresma. [Las cuatro estaciones. Primavera, 1989]
1997. Máscaras. [Las cuatro estaciones. Verano, 1989]
1998. Paisaje de otoño. [Las cuatro estaciones. Otoño, 1989] Lectura

2001. La cola de la serpiente (reescrita en 2011). [Primavera, 1989]

2001.Adiós Hemigway. [Verano, 1997]
2005. La neblina de ayer. [Verano, 2003]
2013. Herejes. [Septiembre, 2007] Lectura